El tahín o la pasta de sésamo es un producto poco conocido por los europeos, su origen es de Oriente Medio y se utiliza para elaborar muchos platos como el humus (crema de sésamo y garbanzos).
En nuestras tiendas tenemos muchas variedades de tahín, todas diferentes para que cada consumidor escoja su favorita; así que si has probado el tahín alguna vez y no te ha gustado ¡prueba otra vez! Seguro que con nuestros consejos y la gran variedad que tenemos encuentras el que te guste. Te mostramos un vídeo sobre cómo hacerlo.
El tahín aporta calcio y combina muy bien con alimentos dulces y salados. Un postre típico oriental el halva (os dejamos la receta) se realiza con tahín y miel. El tahín es muy versátil y se puede utilizar para hacer multitud de salsas para la pasta, el arroz, la ensalada… Siempre usado diluido y se le puede añadir las especias que nos gusten como el curry, hierbas frescas, ajo… y un poquito de sal.
Nosotros te recomendamos que lo diluyas con un poco de agua ya que al natural puede resultar denso al paladar pero se puede consumir directamente del bote y no necesita nevera, sólo removerlo de vez en cuando porque verás que es una pasta densa y que el propio aceite del sésamo se va quedando arriba. Si lo diluyes, hay que consumirlo en 2 o 3 días y guardarlo en la nevera.
Hay diferentes variedades de tahín, con semillas de sésamo en crudo, con semillas de sésamo tostadas y con semillas de sésamo descascarilladas. También se venden variedades con umeboshi o con otros condimentos. Además hay variedades que tienen sal ya incorporada o que son sin sal, a gusto del consumidor.
Se denomina tahín blanco a la pasta de sésamo sin cascarilla y tahín negro a la pasta de sésamo realizada con la cascarilla.
¿Qué tahín te gusta más? ¿Cómo lo sueles consumir? Contesta en los comentarios.